
En el camino hacia la sostenibilidad, las empresas no pueden limitarse a aplicar prácticas responsables solo en sus operaciones directas; es esencial que involucren a proveedores, distribuidores y aliados estratégicos en una visión común de sostenibilidad.
INTERNACIONAL | Colombia | 4 de abril de 2025
Tras años de evolución, la sostenibilidad empresarial se ha consolidado como una prioridad clave para el sector privado. En un escenario marcado por la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y el aumento de la desigualdad, las grandes empresas tienen la oportunidad —y la responsabilidad— de impulsar un cambio sistémico en sus cadenas de valor. Para lograrlo, no es suficiente con aplicar prácticas sostenibles en sus propias operaciones; es clave involucrar a proveedores, distribuidores y aliados estratégicos en una visión conjunta de sostenibilidad.
Es momento de materializar el compromiso con la sostenibilidad a través del conocimiento y la implementación de estándares ambientales, estrategias de acción climática y de conservación de la naturaleza, así como enfoques efectivos para enfrentar la desigualdad. Este conocimiento debe ser compartido y aplicado para construir cadenas de valor más resilientes y responsables.
Pero, ¿por qué resulta urgente que las grandes empresas asuman este reto?
De acuerdo con el World Resources Institute, entre el 70 % y el 90 % de las emisiones de carbono de una empresa se originan en su cadena de valor. Por su parte, McKinsey & Company señala que entre el 60 % y el 80 % del impacto ambiental de una compañía está directamente relacionado con sus decisiones de compra y la gestión de proveedores. Además, en términos financieros, la cadena de suministro puede representar hasta el 80% del gasto total de una organización. Estos datos evidencian que no existe sostenibilidad real sin una gestión responsable de la cadena de valor.
Las crisis globales recientes han puesto en evidencia la vulnerabilidad de las cadenas de suministro. La crisis de los contenedores tras la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania, que ya cumple tres años, han demostrado que la dependencia de proveedores sin estrategias sostenibles puede generar desestabilización en los mercados. Ante este contexto, las grandes empresas deben actuar con visión estratégica, anticipar riesgos y fortalecer relaciones comerciales basadas en prácticas responsables.
A este panorama se suma un entorno regulatorio en transformación. Legislaciones como la Ley de Debida Diligencia en la Cadena de Suministro de Alemania o la Directiva sobre Debida Diligencia de las Empresas en Materia de Sostenibilidad de la Unión Europea están estableciendo nuevos estándares globales. La sostenibilidad en la cadena de valor ha dejado de ser opcional para convertirse en un requisito legal, que puede determinar desde el acceso a mercados internacionales hasta el nivel de competitividad de una empresa.
Más allá de las exigencias normativas y los riesgos asociados, la sostenibilidad representa una verdadera oportunidad. Estudios de Harvard Business Review revelan que las empresas que han adoptado este enfoque reportan un incremento del 15 % en su eficiencia operativa. Asimismo, según PwC, el 84 % de los líderes empresariales considera que fortalecer la sostenibilidad en sus cadenas de suministro mejora la resiliencia y reduce riesgos.
En América Latina, los desafíos son aún más pronunciados. La estructura empresarial de la región, dominada por pequeñas y medianas empresas, enfrenta limitaciones como la brecha tecnológica y la falta de infraestructura, lo que complica la transición hacia cadenas de valor sostenibles. Frente a este escenario, el futuro de las grandes empresas dependerá de su capacidad de liderar la transformación de sus cadenas de valor. La sostenibilidad no puede ser una iniciativa aislada o relegada a un área específica; debe integrarse de forma transversal en toda la organización y extenderse a todos sus aliados estratégicos.
Al asumir este contexto como una oportunidad para transformar la forma de hacer negocios, las empresas no solo asegurarán su permanencia en un entorno cada vez más regulado y exigente, sino que también estarán en posición de inspirar y liderar un nuevo modelo empresarial. Un modelo donde la sostenibilidad, integrada en la visión corporativa y a lo largo de toda la cadena de valor, se convierta en el eje central del éxito.
Fuente: Forbes Colombia
Por: Adaptado de la nota de Sergio Rengifo Caicedo, director ejecutivo de CECODES.